UN INTENTO DE DECIR LO QUE NO SE DICE....

sábado, 17 de julio de 2010

Héroes Incorrectos: El Sastrecillo valiente y un pequeño homenaje



Hace años de años me llegó un cuento infantil que se llamaba "El sastrecillo valiente". Contaba de un sastre humilde y joven que por un malentendido se ve enfrentado a gigantes, animales salvajes y hasta reyes traidores, debiendo demostrar su valentía y su astucia hasta el final feliz de casarse con la princesa.
Yo conocí hace años (década de los 70) a un sastrecillo valiente, era el padre de una compañera de trabajo quien se había ofrecido generosamente a coserme una bolsa de dormir para mis campamentos. En el taller de sastrería sobre la Avenida Álvarez Jonte (corazón de La Paternal) conocí a Moshe Eichenbaum, de sobrenombre Motke. Su trabajo era ser sastre en una época en que ya la ropa empezaba a confeccionarse en forma industrial y masiva, quedando su trabajo reservado a arreglos y pedidos especiales. Vivía sin lujo alguno con su mujer y habían tenido una hija veinteañera que ya vivía sola por su cuenta, trabajando en lo que era en ese entonces el Hospital de Niños de la Ciudad de Buenos Aires en el laboratorio. Motke era un hombre bajo y muy robusto, con cierta calvicie, de cabello oscuro, piel blanca, brazos largos y ojos grandes de color castaño;.... Me trató amablemente ese día, y en un aparte mi compañera me cuenta de la historia del padre como guerrillero partisano en la IIª Guerra Mundial, cosa que me impresionó pero no hice a él ningún comentario al respecto.
Quizás 10 años más tarde, en mi obsesión de saber el origen de las decisiones de los hombres sobre elegir entre la vida o la muerte, se me ocurrió hablar con Motke Eichenbaum de vuelta, grabar su charla y escribir algo al respecto. Con su permiso me reuní varias veces con él y me habló largamente de su historia personal y familiar. Nunca pude hacer algo digno de esas grabaciones salvo escucharlas y entender al hombre y a su personaje. Fue absolutamente honesto conmigo, no alardeó de nada y su tono era de recuerdo nostálgico donde transparentaba una tranquila decisión de la que nunca se arrepentiría pero de la que no le molestaba dar testimonio. Otros 10 o 15 años más tarde, Motke Eichenbaum muere y su hija, luego de algún tiempo, me pide si aún guardo los cassettes con la voz de su padre, los que obsesiva y afortunadamente yo había archivado en esa manía idiota de no tirar nada...los cassettes volvieron a la familia como el único testimonio grabado de este pequeño y valiente sastre, héroe anónimo de una guerra que nunca pidió.
Motke habló de su infancia en el ghetto en la Gran Polonia, su familia, sus padres, sus hermanos, su ser sastre como parte de la tradición familiar,... contó de una vida tranquila y simple, muy humilde pero sin privaciones, donde solo un detalle lo alejaba de la cerrada tradición religiosa y de aislamiento secular de su grupo, se había hecho militante del socialismo (había un partido socialista judío, el Bund, en esa época). En el ´39 fue testigo de la entrada de los alemanes en su tierra y de las primeras atrocidades, y ahí decide que es necesario resistir por la fuerza al invasor criminal, deja su casa y su familia y huye a la Polonia ocupada por Rusia...("Que iba a hacer yo? Tenía que defenderme a mí y a mi familia!...si los rusos lo hacían yo me iba con ellos, el resto no me importa, si tenía que decir ¨Viva Stalin!¨no importa, yo tenía que luchar para defender lo mío.."). Así que entró al imperio soviético pidiendo lo alisten en armas, lo envían al Cáucaso donde se armaban los ejércitos de reserva rusos, ...rodeado de los pueblos asiáticos recibe instruccción militar con ellos (tadjikos, uzbekos, kafires, etc ). El tema es que Stalin no les tenía mucha fe a los refugiados desde el punto de vista político, así que los desactiva parcialmente y los manda a retaguardia del enemigo como guerrilleros. Aparentemente Motke sigue su estrella y pasa 3 años o más de guerrillero en los bosques, en una lucha durísima donde conoce a la que fue luego su esposa...según referencias ella es herida en acción, él la lleva en brazos (Eichenbaum quiere decir "roble", significante de fortaleza física y personal) hasta un lugar a salvo y sigue junto con ella. Al terminar la guerra descubren ambos dolorosamente que nada ni nadie quedaba de las familias y pueblos, la masacre fue total, Motke busca pero no encuentra sobrevivientes y decide con su novia irse de Europa, ponen distancia con el horror y migran a la Argentina donde vuelve a ser sastre.
Nunca la lucha heroica de Motke fue reconocida formalmente por un estado o ejército, nadie le dio una medalla que hubiera sido más que merecida, nadie le otorgó una pensión o un nombre de honor,... solo hizo lo que tenía que hacer y luego volvió a ser un pequeño sastre en su taller, discutiendo con su señora como cualquier hijo de vecino y quejándose del calor en el verano, mientras ofrecía té frío a quien para su sorpresa quería escucharlo para entender que es el coraje , que es el miedo, que es ser hombre o que es ser héroe... quizás ser héroe no tenga nada que ver con el Superhombre, quizás sea la gente pequeña que hace a pesar de su miedo algo más allá de las palabras...contra los gigantes, los animales salvajes o los reyes traidores// ***

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